Una nación se define en sus características
comunes en términos de Geografía, Política y Cultura, que que definen el
sentido ético-político que determina las ideas, necesidades, beneficios,
convicciones y asociaciones que forjan una unión.
Con base a esto, no es inverosímil pensar (no
soñar) en la unificación e integración de países hermanos como son los
Bolivarianos (Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú, Venezuela), países que
comparten idiomas, etnias, historias, culturas, religiones y solidaridades
desde antes de la llegada del hombre blanco al continente Americano.
Tampoco sería inverosímil pensar en una unión de países
independientes Sudamericanos (Argentina,
Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam,
Uruguay y Venezuela) dadas las ventajas geográficas y económicas
que se obtendrían de una eventual integración.
Lastimosamente, las elites locales que
han controlado estas naciones no se verían beneficiadas por los
proyectos unionistas y así lo han demostrado históricamente.
Desde el congreso convocado por Bolívar en
Panamá, los intereses particulares de los grupos de poder provincial, nunca
vieron con buenos ojos la posibilidad de perder y/o compartir la hegemonía que
los mantenía en sus cumbres locales, hoy día, la situación es muy similar, por
eso, son ellos los que siempre alientan los espíritus independentistas.
Y fueron ellos quienes no permitieron la
creación de una gran nación latinoaméricana, y a su vez promovieron la disolución
de la Gran Colombia, después de 11 años, según dicen, por los afanes
centralistas de Bolívar y el temor de una presidencia "vitalicia",
que a la larga, perjudicaría el poder de las elites locales.
Así fue, que las élites provinciales de Centro y Sudamérica
se alejaron de las ideas de unificación para mantener sus poderes
locales, siendo asesorados y apoyados por intereses americanos y
británicos a quienes no les convenía competir eventualmente con una
potencia sudamericana.
Casi dos siglos después de la separación
de la Gran Colombia, aún existe entre sus actuales pobladores el sentir
popular y la sensación de nación unificada, identificándose como hermanos
culturalmente afines, que son separados por fronteras innecesarias
y alejados por identidad política.
También, están aquellos pobladores que a
pesar de no pertenecer a las élites tradicionales, tampoco les convendría
una unión sudamericana en vista de perder poder local, siendo los mismos
que actualmente se benefician de las debilidades del
individualismo y se apegan a conceptos de orgullo,
identidad y soberanía para promover regionalismos que alejan la convergencia y
estimulan conflictos.
Para los sudamericanos, no es un secreto que
la unión de sus respectivos países no solo traería apertura, prosperidad y
fraternidad, también los hará más fuertes, más influyentes y con mayor renombre
en el ámbito mundial, configurando una nueva potencia mundial, ya sea una unión
de las naciones sudamericanas o una unión de naciones Bolivarianas.
La historia lo ha demostrado: La unión hace la
fuerza.
Los ejemplos de unión y confederación a nivel
mundial han caracterizado el desarrollo de países líderes en todos los campos,
logrando altos grados de satisfacción de las necesidades de su población y
en muchos de esos casos, venciendo obstáculos culturales, de idioma,
religión y política mucho más relevantes que las "diferencias" que
dividen las naciones Sudamericanas.
Por ejemplo, la historia de la Florida es muy
distinta a la de Alaska, sus territorios se encuentran a miles de kilómetros
y sus costumbres son diferentes, pero hacen parte del mismo
país.
Podría afirmarse que cualquier justificación
contraria a la idea de una nación Sudamericana o Bolivariana, muy seguramente
tendrá una solución que se ajuste y permita de manera gradual una
consolidación, muy a pesar de todos los argumentos individualistas que surjan.
Al respecto, desde la reunión anfictiónica
convocada por Bolívar en Panamá, se han realizado esfuerzos de mediana
envergadura con miras a la unificación, tales como la Unión Panamericana, la
OEA, el Parlamento Latinoamericano y la Unión de Naciones
Suramericanas UNASUR, siendo esta última, el mayor avance al respecto, pero que al haber sido constituida desde una sola línea ideológica, es improbable que dicha institución converga realmente un sueño de unión sudaméricana.
Se imaginan como sería una sola nación sudamericana ?
Se imaginan como sería una sola nación sudamericana ?